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martes, 11 de junio de 2013

Diego Sequera desde Caracas: "La actual disputa no es Maduro - Capriles, el enfrentamiento es entre Maduro y Obama"




Fuente: Kaos en la Red

Washington sigue siendo nuestro principal enemigo. La actual disputa no es entre Maduro y un muchacho gafo y arreglado que llaman Capriles: si hay que personalizar la cosa el principal enfrentamiento es entre Maduro y Obama. 
Kaosenlared: ¿Cambió la política comunicacional del gobierno? Esta pregunta surge de la salida de Mario Silva de La Hojilla y del historiador Vladimir Acosta  de medios del Estado venezolano. ¿Esto implica que no habrá espacio para el disenso?

D.S.: Creo que en este punto -y a modo de reiterada autocrítica- no ha cambiado la política comunicacional del gobierno porque nunca ha terminado de tener una política precisa. Más allá de las reformulaciones más recientes como la creación del Sistema Bolivariano de Comunicación e información (Sibci),  la política comunicacional no ha entrado en un proceso más radical de profundización de esas políticas, en el cómo echas el cuento de un pueblo en revolución y de cómo se logra instruir y revertir la brutal guerra mediática que enfrenta el gobierno y el pueblo bolivariano.

No creo que haya un cambio sustancial -al menos todavía- en la política comunicacional como tal. Lo que sí ha cambiado, y esto es algo indiscutible y evidente- es la situación política misma. Desde la partida del Comandante Chávez los cambios han sido acelerados y todavía nos encontramos en ellos, por lo que establecer una fotografía del momento actual no es tan sencillo. Toda vez que nos encontramos en una situación de guerra "no declarada" en el sentido en que un país le declara la guerra a otro. Pero la guerra sí es declarada y se ve todos los días. De forma distinta dentro del país, evidentemente. La realidad tangible e inmediata del país es incompatible con la narrativa que se viene echando desde los medios extranjeros, cuyos niveles de intoxicación informativa son mucho más elevados y cómodamente arbitrarios.

Pero volviendo al tema de la política comunicacional, personalmente creo que la salida de La Hojilla por televisión y de Vladimir Acosta no responden directamente a eso. Claro, la cercanía temporal de ambos casos permiten sospechar eso, pero creo que hay mucho -en este caso- de coincidencia. En primer lugar la salida del profe Acosta de RNV debe tener otras causas, y sospecho que ahí debe pesar una decisión o una respuesta de Vladimir en ese sentido. Fue anterior a lo de Mario Silva y, repito, creo que obedece a otras causas más particulares.

Por el otro lado, el retiro de La Hojilla de la programación de VTV tiene otro contexto. No se puede dudar que Mario Silva fue víctima de una jugada bastante afilada en la guerra sucia que lleva la oposición. Silva se puso a derecho de la fiscalía y el caso del montaje está siendo investigado. En cuanto a lo que supuestamente Mario dice en ese video, me parece correcto y prudente esperar a que la investigación arroje sus resultados. Pero a pesar de eso, La Hojilla sale de la televisión pero sigue en la radio, así que no se puede decir que Mario Silva fue silenciado. Más bien, quizás, le bajaron el volumen.
Yo no creo que se hayan cerrado los espacios para el disenso. Para nada. De hecho, Mario Silva no es exactamente el paradigma del disenso y la autocrítica. Todo lo contrario: todos entendíamos a Mario Silva como alguien de línea dura que incluso criticaba ciertos disensos. Creo que tampoco se puede decir lo mismo de Vladimir. Por supuesto que las críticas que Acosta le hacía al proceso revolucionario y al gobierno en una gran mayoría eran críticas válidas, y siempre han tenido una intención propositiva. Por cierto, él también mantienen su programa y ahora lo transmite por aporrea.org.

En todo caso, ¿qué sería disentir en este caso? Porque ahí también está el ejemplo del libertinaje de los medios privados y su campaña bélica e intoxicante. Ningún periodista ha ido preso por su opinión. Cuando eso ha ocurrido, siempre hay implicaciones penales de otro orden. Allá los medios que venden a periodistas corruptos o criminales como luchadores de la libertad.

Finalmente, y esto es una opinión y una posición personal, en tiempos de guerra como este enfocarse con más peso en la autocrítica que en la guerra desatada es un error político. Lo primero es proteger al gobierno. Un gobierno escuálido, de Capriles, sin lugar a dudas sí perseguiría la crítica y el disenso y eso no se debe permitir, de ninguna manera.

Si a mí el político más traidor y devaluado de la historia reciente (Ismael García) me presenta una grabación a todas luces editado, metiendo las opiniones de alguien, agitando medias verdades que pueden ser críticas afines a mucha gente dentro del chavismo, pero que nunca han tenido un sustento contundente, para mí es más que evidente que hay que mandar a la mierda un mensaje que emite el enemigo para socavar las bases del gobierno actual. El momento no sólo de la autocrítica y de las discusiones a profundidad vendrá, pero sólo vendrá si ganamos definitvamente esta batalla en lo inmediato.

Kaosenlared: ¿Cómo está la coyuntura actual en Venezuela? ¿Quiénes son los enemigos reales del proceso?
D.S.: El gobierno está ganando la batalla política. Y lo digo sin empacho alguno. Manejando el tiempo con firmeza, y dando pocos pasos sólidos y contundentes, la revolución de colores que querían empotrar en Venezuela me parece que está parcialmente desactivada. Esto no quiere decir que se acabará el conflicto. Si bien la batalla política se está ganando, la batalla económica, más compleja y peliaguda es más retadora, y aunque también se están dando pasos firmes en ese sentido, es mucho más difícil de enfrentar. En ese sentido, el principal enemigo real es el enemigo de siempre: los sectores oligárquico-empresariales cuya única sustancia política es estar absolutamente postrados a los designios de Washington. Washington sigue siendo nuestro principal enemigo. La actual disputa no es entre Maduro y un muchacho gafo y arreglado que llaman Capriles: si hay que personalizar la cosa el principal enfrentamiento es entre Maduro y Obama.
Evidentemente, la corrupción y el burocratismo son otro enemigo cierto y real. La coyuntura post 14 de abril dejó en evidencia cuánta gente, activistas opositores, trabajan en instituciones del Estado y tienen el propósito exclusivo de agitar, sabotear y desestabilizar a lo interno. No se aguantaron las ganas y se les cayó la careta. Estamos hablando no de burócratas promedio con miopía política, sino de activistas de Primero Justicia y Voluntad Popular que cumplen tareas políticas en ese sentido. Pero esto tampoco excluye al corrupto estructural que hace vida en los pasillos de las instituciones del gobierno, ni al burócrata idiota que podría estar trabajando en un ministerio como en Alimentos Polar sin notar la diferencia a pesar de no tener necesariamente intenciones manifiestas de sabotear la gestión del gobierno, sencillamente es un burócrata con todo lo de cárcel mental que eso tiene y el consecuente irrespeto al pueblo al no ser eficientes o no entender las razones particulares de x persona que viene a solicitar un trámite a alguna instancia del gobierno. También existen funcionarias y funcionarios con otra mentalidad, afines a la revolución y con voluntad transformadora. Pero en resumen, creo que los principales enemigos son esos.

Kaosenlared:  ¿De qué manera el gobierno encara el tema del desabastecimiento y la inflación?
D.S:  En principio, buscando controlar los precios de los productos básicos. Cosas como leche o carne, por mencionar dos rubros, tienen un precio de Gaceta Oficial y están regulados. Pero esto no significa que se esté cumpliendo, por el contrario, muchos comerciantes descaradamente ignoran esto y la falta de una contraloría integral más contundente y eficiente muchos de estos pequeños y medianos comerciantes -por no hablar de los dueños de grandes cadenas que son los primeros- quedan impunes. No soy el más indicado para describir el problema del comportamiento de los precios y la inflación, creo que para eso hace falta un economista del estilo de Luis Alberto Matos, capaz de cotidianizar y de despojar de lenguaje sectario los grandes temas económicos.
Pero esto no me impide hablar de otros aspectos. Queda más que demostrado que el desabastecimiento es deliberado, que existen redes de contrabando y acaparamiento en todo el país con el específico fin (político, porque se trata de una decisión voluntaria) de desangrar de rubros fundamentales a la población y aumentar así el estado de tensión estratégica que los sectores ultra viene montando en nuestro país. Todos los días aparecen depósitos con montones de productos que escasean actualmente como el papel higiénico. Y si bien mucho de eso ocurre en Caracas, el tema desabastecimiento se entiende mejor en los estados fronterizos con Colombia como Zulia y Táchira.
El contrabando de alimentos, gasolina, productos farmacéutico etc. hacia el otro lado de la frontera es salvaje, violento y descarado. Tanto Vielma Mora (gobernador de Táchira) como Arias Cárdenas (Zulia) actualmente libran una batalla muy difícil en ese sentido.Porque además tienen a la maquinaria mediática en contra, escandalizando las medidas de urgencia que ambos gobiernos regionales se han visto obligados a tomar. Y es elocuente el apoyo que empresarios e industriales en ambos lados de la frontera han ejecutado el plan. De hecho, Capriles y Uribe actualmente están siendo denunciados en Colombia por una reunión que tuvieron con empresarios importadores venezolanos en Bogotá donde fueron exhortados a no comprar productos colombianos para surtir el mercado venezolano.
Pero esto también implica una problemática de fondo. Nuestros hábitos consumistas son exigentes y brutales todavía, serviles a las líneas de consumo impuestas por el capitalismo periférico. Hay un problema cultural que favorece además al estado de alarma permanente que propalan los medios con lo que a ellos les gusta llamar "escasez" y que no es tal. Al menos en el sentido chato y estupidizante que ellos plantean.
El otro problema de fondo es el aparato productivo, y el gobierno está conciente de eso. Por las razones que sean, la producción interna necesita fortalecerse para paliar la urgencia importadora. Hay que meterse a fondo en ese sentido. Todas las escuelas de management, comercio, etc., que reproducen el credo neoliberal enseñan a producir necesidades donde no las hay. Bajo esos argumentos, ¿cuántos de estos fulanos importadores no estimulan esas ficciones solo para sacarle más a un negocio tan lucrativo? ¿Cuánto de ese volumen de importaciones no podría ser invertido en, por ejemplo, pequeños sistemas de riego que permitan aumentar la pequeña producción agrícola para abastecer a lo interno? Creo que por ahí pasa la discusión y como se puede ver es también un problema cultural en toda su extensión.
Kaosenlared: ¿Qué estrategia está implementndo el gobierno venezolano sobre el tema de la inseguridad?
D.S.: Nuevamente, en mi opinión, creo que este es un frente donde se ha avanzado considerablemente. Creo, también, en gran medida se debe a la repolitización del tema en contraposición a la total despolitización de los medios escuálidos. Esa despolitización tiene el fin de estandarizar y generalizar las causas de la violencia actual como si se tratara de una sola, de un solo problema y de una sola causa. Y esto no es cierto. En ese sentido me parece que apunta el proyecto del presidente Maduro de crear un Movimiento por la Paz y por la Vida junto al Plan Patria Segura. No se puede analizar el tema de la criminalidad de la misma forma cuando se trata de la violencia estructural producto de la miseria y la incompleta distribución de las riquezas como cuando se debe tratar de esa violencia aparentemente difusa en lo que se refiere al asesinato y las muertes violentas. Porque no son los mismos sujetos los que actúan.
Puede que el malandro clásico se mueva en el mismo universo de las armas, la moto, la venta y el consumo de drogas, pero su propia ética -porque existe- no es movilizada por los mismos preceptos que el sicario o el paraco que también habitan en los barrios. El malandro responde con violencia a la violencia de la miseria, obedece a los mecanismos de seducción del capital rápido y furioso, pero el malandro no deja de sentirse venezolano, también quiere al país, quiere a su barrio así todo se rija por códigos que a las buenas conciencas civlizadas les resulte brutal, arcáica, terrible. Pero esa misma buena conciencia no considera -tal vez porque no la ve o porque ignora las causas- la violencia que genera eso. Por lo tanto, en ese sentido, esta situación amerita una solución políticamente específica; implica propuestas de otro orden social, cultural y económico. Y no es lo mismo con otra violencia que también medra en los barrios y en los montes nacionales que sí es tutelada, financiada y direccionada para generar el caos y la violencia a niveles desporporcionales.

El Ministro de Interior, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres, hace pocos días anunció la creación de una división especial que se encargará de los asesinatos, esto quiere decir que se identifica otra violencia que responde a otros móviles y a otros intereses. No es secreto para nadie cómo en el campo los grandes latifundistas (opositores al chavismo en esencia) financian sicarios para asesinar dirigentes campesinos incómodos, de la misma forma que en los barrios los luchadores sociales son los primeros en caer por balas sicariales. La presencia del paramilitarismo colombiano en Venezuela es cosa cierta. A cada rato aparece algún cabecilla atrapado por los cuerpos de seguridad. Es una realidad indiscutible y urgente, y habla de la guerra de cuarta generación en el país, cuyo objetivo específico es la población en general sin distingo alguno. También se han tomado medidas para proteger a la clase media, la más propensa al terror y el objetivo preferido tanto del hampa común como de esa violencia organizada.

Y creo que hay que agregar algo más: las buenas conciencias tanto por derecha como por izquierda se escandalizan con la salida de los militares a la calle para mitigar esa violencia, pero hasta ahora no se ha manifestado la primera señal de medidas profilácticas y agresivas contra la población y en especial contra la juventud pobre. No se está reeditando aquel error que signficaron los llamados "madrugonazos" que sí reproducían esas prácticas y que el mismo Chávez mandó a suspender. No se comporta el ejército como una fuerza de ocupación. Ahí se destaca la unión cívico-militar así a las buenas conciencias no les guste.

Kaosenlared: ¿Cómo se está desarrollando el proceso que encara maduro llamado "gobierno de calle"? ¿Te parece que es algo viable después de 14 años de gobierno chavista?
D.S.: No sólo me parece viable, si no que es más que necesario. Recuerda que una cosa es el gobierno de Chávez y otra un gobierno chavista. Desprovisto de las incomparables cualidades vinculativas que encarnaban el liderazgo del Comandante, porque el Comandante es un personaje único e irrepetible, la vinculación directa con el pueblo que se organiza es central: porque es esta cercanía con la problemática diaria y la atención de esa problemática la esencia del chavismo. La ausencia de Chávez es una realidad terrible y un despecho permanente para la mayoría del país (incluyendo a la población escuálida), pero el ejercicio de ese ejemplo de cercanía es, como diría Bolívar, el primer deber. Sólo un gobierno en la calle, accesible, cercano, con la gente puede ser verdaderamente chavista. Y eso es algo que Maduro lo sabe muy bien, además ahora con un nuevo estilo colegiado, colectivizadas las responsabilidades.
El Gobierno de Calle se acerca dos meses después a recorrer casi la mitad del país. Se han tomado el tiempo que amerite cada región y arrancaron por los estados y regiones con los problemas más apremiantes. En este sentido, el Gobierno de Calle se ha centrado principalmente en los dos objetivos centrales para revertir el estado de emergencia (seguridad y economía) pero también atiende problemas básicos como un sistema de cloacas o la reactivación de una planta procesadora de maíz, cuyo significado dentro del contexto local es tan pesado como los dos objetivos digamos macro del momento.
También la clave afectiva juega un papel destacado. Sobre todo con una población (muy dada a los sentimientos) que extraña al líder de este proyecto, y por el que Maduro, en cierto sentido, suple ese acompañamiento. Que eso no lo hayan transmitido los medios del Sibci lo suficientemente bien responde a las fallas que mencionamos más arriba. En mi opinión, se hace necesario que el gobierno actual asuma un estilo propio de comunicar que no reproduzca elementos que sólo pueden ser sostenidos por el carisma de Chávez. Tal vez llegó el momento de ser más corto, preciso y menos gestionista en ese sentido para desarrollar ese nuevo estilo de comunicación institucional. Nadie puede hacer lo que Chávez hacía: lanzarse tres, cuatro horas de cadena y mantener la atención, la tensión y el vínculo como el Comandante. Y esa verdad creo que hay que asumirla con más decisión.
Kaosenlared: ¿Cuáles son las expectativas de cambio de esos ejes de conflicto de aqui a unos meses?
D.S.: En primer lugar depende mucho de cómo se revierta la guerra económica, eso condicionará todo el mapa. De acuerdo a la evolución de eso, los demás ejes de conflicto se moverán en consecuencia. En términos artificiales, los sectores históricos de poder reactivan el mismo escenario que en el 2002 con todo lo que implica y con el peligro de las lecciones aprendidas. No es difícil escuchar en reuniones y saraos de los grandes cacaos el decir que este gobierno cae en diciembre, pero es la misma clase baladrona que no pudo con la voluntad popular del 2002.
Pero hay dos diferencias importantes: el problema no pasa por el hambre (una situación mucho más tensa) sino por el poder adquisitivo, ahí donde las convicciones pueden hacersa más difusas. Por otro lado, el ejercicio de la memoria que las nuevas generaciones no tienen respecto a la dureza de la vida en la cuarta república o a principios de la Revolución Bolivariana es muy lejana. Hay problemas que muchísimos jóvenes sencillamente desconoce, y el ejercicio de la desmemoria despolitiza. Así que la lucha contra el olvido y el silencio también es algo que está en primera línea, y es una lucha sobre todo cultural. Y en lo cultural afloran todas nuestras limitaciones, mediocridades y torpezas políticas.
Muchos compañeros y compañeras de la izquierda, al no ver que de un solo carajazo no se transforma totalmente el país inmediatamente es una señal de que el nuevo gobierno "pactó" porque Maduro se reunió con Mendoza o Cisneros, cuando se trataba de una negociación necesaria que en gran medida, al menos en lo inmediato, le restó mucha fuerza a la compulsión golpista.
Yo no creo que Maduro haya "pactado" nada, y puedo entender el llamado a diálogo que hizo. Era necesario por más que los superaltermundialistas o el internacionalismo proletario no lo entienda. Omiten los compañeros de la izquierda todo lo que se ha logrado hacer en casi apenas dos meses, entre otras cosas el desmontar un golpe de Estado. Los que quieren todo pa ya parecieran decirlo muy apoltronadamente, en su cuenta twitter. Piensan con cabeza colonial por más antiglobales y por más Alfonso Quijano que han leído. Al no ver que esto se desarrolla de acuerdo al formulario, el proceso es el que está equivocado pero no ellos. Sin permitir que operen otras lógicas del poder y de visión de mundo (que las da este imparable día a día) son incapaces de replantearse ellos mismos de cara al nuevo relato venezolano. Y esto no significa renunciar a las convicciones básicas y esenciales de quienes queremos cambiar esto y que todo avance: la justicia en toda su extensión, la creación de un nuevo modelo de sociedad que toca las bases civilizatorias mismas, el derecho diario al pan, el derecho a la libertad en todos los sentidos, en proponer un modelo viable, anticapitalista, revolucionario. Pero también fundamentalmente criollo, raizal, mestizo y esto lo subrayo con todo, bolivariano.
El pensamiento izquierdológico desestima a Bolívar pero no a esas versiones manualescas y hueras del marxismo, de los otros elementos modélicos de la Revolución Cubana, de la pulsión de una narrativa permanentemente hiperheróica innecesaria, a los inamovibles que un día aprendieron y ahí se quedaron. Ahí tienes al dirigente opositor sirio George Sabra, trosco para más señas, clamando por una intervención directa de la OTAN. Lo mismo en el desprecio a la gente que según ellos no está "formada" políticamente, porque no son vanguardia, como si en realidad en estos 14 años de revolución ha habido alguna vanguardia fuera de Chávez mismo. Omiten el elemento central de los alzamientos populares del Caracazo para acá, que tanto reivindican.
Sí, necesitamos autocrítica en el sentido de que todos asumimos una porción de responsabilidad respecto al gobierno (¿cuándo podía haber ocurrido eso?), pero creo que más urgente es que nos autocritiquemos nosotros mismos en primer lugar individualmente y ver cómo andan las cosas allá en chaveta.
Todo este rodeo lo hago precisamente para demostrar puntos neurálgicos de ese futuro inmediato, que tanto depende de nosotros mismos más allá de la figura central y regidora de Chávez en vida. Andamos sin Taita ahora, pero sabemos, a nuestra manera, cuánto pesa la unidad en todo esto. Precisamente para que la radicalización que Maduro mismo ha mencionado sea algo efectivo, y capaz de neutralizar a los enemigos más poderosos del mundo. No me creo habilitado para dar un pronóstico más preciso en este momento. Más allá de que se hagan patentes las grandes definiciones.

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