Fani Yefímovna Kaplán (Фанни Ефимовна Каплан; 1883– 3 de septiembre de 1918), también conocida como Fania o Fanny Kaplán (originariamente, Dora Kaplán), activista revolucionaria, fue autora del intento de asesinato de Vladímir Lenin.
Kaplán nació en el seno de una familia de campesinos judíos, en la que era uno de entre siete hermanos. Se convirtió en revolucionaria a una edad temprana, militando en grupos anarquistas antes de unirse a un grupo socialista, el Partido Social-Revolucionario. En 1906, Kaplán participó en el atentado fallido de un funcionario del gobierno. Fue arrestada y condenada de por vida a un campo de trabajo kátorga, en Akatuy, Siberia. Fue liberada cuando la Revolución de Febrero acabó con el gobierno imperial. A consecuencia de los trabajos forzados, Kaplán sufriría de continuas migrañas y ceguera intermitente.
Tras la Revolución de Octubre, Kaplán acabaría desilusionada con Lenin a causa del conflicto entre los social-revolucionarios y el partido bolchevique. Éste tenía un fuerte apoyo entre los soviets, a los que Lenin había calificado en su libro de 1917 «El Estado y la Revolución» como el único camino hacia el gobierno postrevolucionario; sin embargo, en las elecciones a la Asamblea Constituyente de noviembre de 1917, los bolcheviques no pudieron obtener mayoría absoluta, mientras que un social-revolucionario fue nombrado presidente en enero de 1918. Los bolcheviques, favoreciendo a los soviets, ordenaron la disolución de la Asamblea. Durante los siguientes meses, los enfrentamientos entre socialistas y bolcheviques llevaron a la ilegalización de todos los partidos excepto el gubernamental. Kaplán decidió entonces asesinar a Lenin.
El 30 de agosto de 1918, Lenin había pronunciado un discurso en una fábrica de Moscú. Cuando salió del edificio, y antes de que pudiera entrar en su coche, Kaplán le gritó. Al girarse, ella le disparó tres tiros: uno atravesó el abrigo de Lenin; los otros dos le alcanzaron el hombro y el pulmón izquierdo, respectivamente.
Lenin fue inmediatamente trasladado a sus aposentos del Kremlin. Temía que hubiese otros conspiradores tramando su asesinato y se negó a salir para recibir atención médica, sino que se le proporcionó en la misma estancia. Sin embargo, los médicos fueron incapaces de extraer las balas fuera de las instalaciones sanitarias. Pese a la gravedad de las heridas, Lenin sobrevivió. No obstante, su estado de salud nunca se recuperaría del ataque y se cree que el atentado influyó a la larga en los posteriores infartos que le incapacitaron y acabaron con su vida.
Kaplan fue encarcelada e interrogada por la Cheka. Su confesión fue escueta: Mi nombre es Fanya Kaplán. Hoy disparé a Lenin. Lo hice con mis propios medios. No diré quién me proporcionó la pistola. No daré ningún detalle. Tomé la decisión de matar a Lenin hace ya mucho tiempo. Le considero un traidor a la Revolución. Estuve exiliada en Akatuy por participar en el intento de asesinato de un funcionario zarista en Kiev. Permanecí once años en régimen de trabajos forzados. Tras la Revolución fui liberada. Aprobé la Asamblea Constituyente y sigo apoyándola. Cuando resultó evidente que Kaplán no implicaría a otros enemigos de Lenin, fue ejecutada el 3 de septiembre.