Fuente: Kaos en la Red
Washington sigue siendo nuestro principal enemigo. La actual disputa
no es entre Maduro y un muchacho gafo y arreglado que llaman Capriles:
si hay que personalizar la cosa el principal enfrentamiento es entre
Maduro y Obama.
Kaosenlared: ¿Cambió la
política comunicacional del gobierno? Esta pregunta surge de la salida
de Mario Silva de La Hojilla y del historiador Vladimir Acosta de
medios del Estado venezolano. ¿Esto implica que no habrá espacio para el
disenso?
D.S.: Creo que en este
punto -y a modo de reiterada autocrítica- no ha cambiado la política
comunicacional del gobierno porque nunca ha terminado de tener una
política precisa. Más allá de las reformulaciones más recientes como la
creación del Sistema Bolivariano de Comunicación e información (Sibci),
la política comunicacional no ha entrado en un proceso más radical de
profundización de esas políticas, en el cómo echas el cuento de un
pueblo en revolución y de cómo se logra instruir y revertir la brutal
guerra mediática que enfrenta el gobierno y el pueblo bolivariano.
No creo que haya un cambio sustancial
-al menos todavía- en la política comunicacional como tal. Lo que sí ha
cambiado, y esto es algo indiscutible y evidente- es la situación
política misma. Desde la partida del Comandante Chávez los cambios han
sido acelerados y todavía nos encontramos en ellos, por lo que
establecer una fotografía del momento actual no es tan sencillo. Toda
vez que nos encontramos en una situación de guerra "no declarada" en el
sentido en que un país le declara la guerra a otro. Pero la guerra sí es
declarada y se ve todos los días. De forma distinta dentro del país,
evidentemente. La realidad tangible e inmediata del país es incompatible
con la narrativa que se viene echando desde los medios extranjeros,
cuyos niveles de intoxicación informativa son mucho más elevados y
cómodamente arbitrarios.
Pero volviendo al tema de la política
comunicacional, personalmente creo que la salida de La Hojilla por
televisión y de Vladimir Acosta no responden directamente a eso. Claro,
la cercanía temporal de ambos casos permiten sospechar eso, pero creo
que hay mucho -en este caso- de coincidencia. En primer lugar la salida
del profe Acosta de RNV debe tener otras causas, y sospecho que ahí debe
pesar una decisión o una respuesta de Vladimir en ese sentido. Fue
anterior a lo de Mario Silva y, repito, creo que obedece a otras causas
más particulares.
Por el otro lado, el retiro de La
Hojilla de la programación de VTV tiene otro contexto. No se puede dudar
que Mario Silva fue víctima de una jugada bastante afilada en la guerra
sucia que lleva la oposición. Silva se puso a derecho de la fiscalía y
el caso del montaje está siendo investigado. En cuanto a lo que
supuestamente Mario dice en ese video, me parece correcto y prudente
esperar a que la investigación arroje sus resultados. Pero a pesar de
eso, La Hojilla sale de la televisión pero sigue en la radio, así que no
se puede decir que Mario Silva fue silenciado. Más bien, quizás, le
bajaron el volumen.
Yo no creo que se hayan cerrado los
espacios para el disenso. Para nada. De hecho, Mario Silva no es
exactamente el paradigma del disenso y la autocrítica. Todo lo
contrario: todos entendíamos a Mario Silva como alguien de línea dura
que incluso criticaba ciertos disensos. Creo que tampoco se puede decir
lo mismo de Vladimir. Por supuesto que las críticas que Acosta le hacía
al proceso revolucionario y al gobierno en una gran mayoría eran
críticas válidas, y siempre han tenido una intención propositiva. Por
cierto, él también mantienen su programa y ahora lo transmite por aporrea.org.
En todo caso, ¿qué sería disentir en
este caso? Porque ahí también está el ejemplo del libertinaje de los
medios privados y su campaña bélica e intoxicante. Ningún periodista ha
ido preso por su opinión. Cuando eso ha ocurrido, siempre hay
implicaciones penales de otro orden. Allá los medios que venden a
periodistas corruptos o criminales como luchadores de la libertad.
Finalmente, y esto es una opinión y una
posición personal, en tiempos de guerra como este enfocarse con más peso
en la autocrítica que en la guerra desatada es un error político. Lo
primero es proteger al gobierno. Un gobierno escuálido, de Capriles, sin
lugar a dudas sí perseguiría la crítica y el disenso y eso no se debe
permitir, de ninguna manera.
Si a mí el político más traidor y
devaluado de la historia reciente (Ismael García) me presenta una
grabación a todas luces editado, metiendo las opiniones de alguien,
agitando medias verdades que pueden ser críticas afines a mucha gente
dentro del chavismo, pero que nunca han tenido un sustento contundente,
para mí es más que evidente que hay que mandar a la mierda un mensaje
que emite el enemigo para socavar las bases del gobierno actual. El
momento no sólo de la autocrítica y de las discusiones a profundidad
vendrá, pero sólo vendrá si ganamos definitvamente esta batalla en lo
inmediato.
Kaosenlared: ¿Cómo está la coyuntura actual en Venezuela? ¿Quiénes son los enemigos reales del proceso?
Kaosenlared: ¿Cómo está la coyuntura actual en Venezuela? ¿Quiénes son los enemigos reales del proceso?
D.S.: El gobierno está ganando la batalla
política. Y lo digo sin empacho alguno. Manejando el tiempo con firmeza,
y dando pocos pasos sólidos y contundentes, la revolución de colores
que querían empotrar en Venezuela me parece que está parcialmente
desactivada. Esto no quiere decir que se acabará el conflicto. Si bien
la batalla política se está ganando, la batalla económica, más compleja y
peliaguda es más retadora, y aunque también se están dando pasos firmes
en ese sentido, es mucho más difícil de enfrentar. En ese sentido, el
principal enemigo real es el enemigo de siempre: los sectores
oligárquico-empresariales cuya única sustancia política es estar
absolutamente postrados a los designios de Washington. Washington sigue
siendo nuestro principal enemigo. La actual disputa no es entre Maduro y
un muchacho gafo y arreglado que llaman Capriles: si hay que
personalizar la cosa el principal enfrentamiento es entre Maduro y
Obama.
Evidentemente, la corrupción y el burocratismo son otro enemigo
cierto y real. La coyuntura post 14 de abril dejó en evidencia cuánta
gente, activistas opositores, trabajan en instituciones del Estado y
tienen el propósito exclusivo de agitar, sabotear y desestabilizar a lo
interno. No se aguantaron las ganas y se les cayó la careta. Estamos
hablando no de burócratas promedio con miopía política, sino de
activistas de Primero Justicia y Voluntad Popular que cumplen tareas
políticas en ese sentido. Pero esto tampoco excluye al corrupto
estructural que hace vida en los pasillos de las instituciones del
gobierno, ni al burócrata idiota que podría estar trabajando en un
ministerio como en Alimentos Polar sin notar la diferencia a pesar de no
tener necesariamente intenciones manifiestas de sabotear la gestión del
gobierno, sencillamente es un burócrata con todo lo de cárcel mental
que eso tiene y el consecuente irrespeto al pueblo al no ser eficientes o
no entender las razones particulares de x persona que viene a solicitar
un trámite a alguna instancia del gobierno. También existen
funcionarias y funcionarios con otra mentalidad, afines a la revolución y
con voluntad transformadora. Pero en resumen, creo que los principales
enemigos son esos.
Kaosenlared: ¿De qué manera el gobierno encara el tema del desabastecimiento y la inflación?
Kaosenlared: ¿De qué manera el gobierno encara el tema del desabastecimiento y la inflación?
D.S: En principio,
buscando controlar los precios de los productos básicos. Cosas como
leche o carne, por mencionar dos rubros, tienen un precio de Gaceta
Oficial y están regulados. Pero esto no significa que se esté
cumpliendo, por el contrario, muchos comerciantes descaradamente ignoran
esto y la falta de una contraloría integral más contundente y eficiente
muchos de estos pequeños y medianos comerciantes -por no hablar de los
dueños de grandes cadenas que son los primeros- quedan impunes. No soy
el más indicado para describir el problema del comportamiento de los
precios y la inflación, creo que para eso hace falta un economista del
estilo de Luis Alberto Matos, capaz de cotidianizar y de despojar de
lenguaje sectario los grandes temas económicos.
Pero esto no me impide hablar de otros
aspectos. Queda más que demostrado que el desabastecimiento es
deliberado, que existen redes de contrabando y acaparamiento en todo el
país con el específico fin (político, porque se trata de una decisión
voluntaria) de desangrar de rubros fundamentales a la población y
aumentar así el estado de tensión estratégica que los sectores ultra
viene montando en nuestro país. Todos los días aparecen depósitos con
montones de productos que escasean actualmente como el papel higiénico. Y
si bien mucho de eso ocurre en Caracas, el tema desabastecimiento se
entiende mejor en los estados fronterizos con Colombia como Zulia y
Táchira.
El contrabando de alimentos, gasolina,
productos farmacéutico etc. hacia el otro lado de la frontera es
salvaje, violento y descarado. Tanto Vielma Mora (gobernador de Táchira)
como Arias Cárdenas (Zulia) actualmente libran una batalla muy difícil
en ese sentido.Porque además tienen a la maquinaria mediática en contra,
escandalizando las medidas de urgencia que ambos gobiernos regionales
se han visto obligados a tomar. Y es elocuente el apoyo que empresarios e
industriales en ambos lados de la frontera han ejecutado el plan. De
hecho, Capriles y Uribe actualmente están siendo denunciados en Colombia
por una reunión que tuvieron con empresarios importadores venezolanos
en Bogotá donde fueron exhortados a no comprar productos colombianos
para surtir el mercado venezolano.
Pero esto también implica una problemática de fondo. Nuestros
hábitos consumistas son exigentes y brutales todavía, serviles a las
líneas de consumo impuestas por el capitalismo periférico. Hay un
problema cultural que favorece además al estado de alarma permanente que
propalan los medios con lo que a ellos les gusta llamar "escasez" y que
no es tal. Al menos en el sentido chato y estupidizante que ellos
plantean.
El otro problema de fondo es el aparato productivo, y el gobierno
está conciente de eso. Por las razones que sean, la producción interna
necesita fortalecerse para paliar la urgencia importadora. Hay que
meterse a fondo en ese sentido. Todas las escuelas de management,
comercio, etc., que reproducen el credo neoliberal enseñan a producir
necesidades donde no las hay. Bajo esos argumentos, ¿cuántos de estos
fulanos importadores no estimulan esas ficciones solo para sacarle más a
un negocio tan lucrativo? ¿Cuánto de ese volumen de importaciones no
podría ser invertido en, por ejemplo, pequeños sistemas de riego que
permitan aumentar la pequeña producción agrícola para abastecer a lo
interno? Creo que por ahí pasa la discusión y como se puede ver es
también un problema cultural en toda su extensión.
Kaosenlared: ¿Qué estrategia está implementndo el gobierno venezolano sobre el tema de la inseguridad?
D.S.: Nuevamente, en mi opinión, creo que este es
un frente donde se ha avanzado considerablemente. Creo, también, en gran
medida se debe a la repolitización del tema en contraposición a la
total despolitización de los medios escuálidos. Esa despolitización
tiene el fin de estandarizar y generalizar las causas de la violencia
actual como si se tratara de una sola, de un solo problema y de una sola
causa. Y esto no es cierto. En ese sentido me parece que apunta el
proyecto del presidente Maduro de crear un Movimiento por la Paz y por
la Vida junto al Plan Patria Segura. No se puede analizar el tema de la
criminalidad de la misma forma cuando se trata de la violencia
estructural producto de la miseria y la incompleta distribución de las
riquezas como cuando se debe tratar de esa violencia aparentemente
difusa en lo que se refiere al asesinato y las muertes violentas. Porque
no son los mismos sujetos los que actúan.
Puede que el malandro clásico se mueva
en el mismo universo de las armas, la moto, la venta y el consumo de
drogas, pero su propia ética -porque existe- no es movilizada por los
mismos preceptos que el sicario o el paraco que también habitan en los
barrios. El malandro responde con violencia a la violencia de la
miseria, obedece a los mecanismos de seducción del capital rápido y
furioso, pero el malandro no deja de sentirse venezolano, también quiere
al país, quiere a su barrio así todo se rija por códigos que a las
buenas conciencas civlizadas les resulte brutal, arcáica, terrible. Pero
esa misma buena conciencia no considera -tal vez porque no la ve o
porque ignora las causas- la violencia que genera eso. Por lo tanto, en
ese sentido, esta situación amerita una solución políticamente
específica; implica propuestas de otro orden social, cultural y
económico. Y no es lo mismo con otra violencia que también medra en los
barrios y en los montes nacionales que sí es tutelada, financiada y
direccionada para generar el caos y la violencia a niveles
desporporcionales.
El Ministro de Interior, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres, hace pocos días anunció la creación de una división especial que se encargará de los asesinatos, esto quiere decir que se identifica otra violencia que responde a otros móviles y a otros intereses. No es secreto para nadie cómo en el campo los grandes latifundistas (opositores al chavismo en esencia) financian sicarios para asesinar dirigentes campesinos incómodos, de la misma forma que en los barrios los luchadores sociales son los primeros en caer por balas sicariales. La presencia del paramilitarismo colombiano en Venezuela es cosa cierta. A cada rato aparece algún cabecilla atrapado por los cuerpos de seguridad. Es una realidad indiscutible y urgente, y habla de la guerra de cuarta generación en el país, cuyo objetivo específico es la población en general sin distingo alguno. También se han tomado medidas para proteger a la clase media, la más propensa al terror y el objetivo preferido tanto del hampa común como de esa violencia organizada.
Y creo que hay que agregar algo más: las buenas conciencias tanto por derecha como por izquierda se escandalizan con la salida de los militares a la calle para mitigar esa violencia, pero hasta ahora no se ha manifestado la primera señal de medidas profilácticas y agresivas contra la población y en especial contra la juventud pobre. No se está reeditando aquel error que signficaron los llamados "madrugonazos" que sí reproducían esas prácticas y que el mismo Chávez mandó a suspender. No se comporta el ejército como una fuerza de ocupación. Ahí se destaca la unión cívico-militar así a las buenas conciencias no les guste.
Kaosenlared: ¿Cómo se está desarrollando el proceso que encara maduro llamado "gobierno de calle"? ¿Te parece que es algo viable después de 14 años de gobierno chavista?
D.S.: No sólo me parece viable, si no que es más
que necesario. Recuerda que una cosa es el gobierno de Chávez y otra un
gobierno chavista. Desprovisto de las incomparables cualidades
vinculativas que encarnaban el liderazgo del Comandante, porque el
Comandante es un personaje único e irrepetible, la vinculación directa
con el pueblo que se organiza es central: porque es esta cercanía con la
problemática diaria y la atención de esa problemática la esencia del
chavismo. La ausencia de Chávez es una realidad terrible y un despecho
permanente para la mayoría del país (incluyendo a la población
escuálida), pero el ejercicio de ese ejemplo de cercanía es, como diría
Bolívar, el primer deber. Sólo un gobierno en la calle, accesible,
cercano, con la gente puede ser verdaderamente chavista. Y eso es
algo que Maduro lo sabe muy bien, además ahora con un nuevo estilo
colegiado, colectivizadas las responsabilidades.
El Gobierno de Calle se acerca dos
meses después a recorrer casi la mitad del país. Se han tomado el tiempo
que amerite cada región y arrancaron por los estados y regiones con los
problemas más apremiantes. En este sentido, el Gobierno de Calle se ha
centrado principalmente en los dos objetivos centrales para revertir el
estado de emergencia (seguridad y economía) pero también atiende
problemas básicos como un sistema de cloacas o la reactivación de una
planta procesadora de maíz, cuyo significado dentro del contexto local
es tan pesado como los dos objetivos digamos macro del momento.
También la clave afectiva juega un
papel destacado. Sobre todo con una población (muy dada a los
sentimientos) que extraña al líder de este proyecto, y por el que
Maduro, en cierto sentido, suple ese acompañamiento. Que eso no lo hayan
transmitido los medios del Sibci lo suficientemente bien responde a las
fallas que mencionamos más arriba. En mi opinión, se hace necesario que
el gobierno actual asuma un estilo propio de comunicar que no
reproduzca elementos que sólo pueden ser sostenidos por el carisma de
Chávez. Tal vez llegó el momento de ser más corto, preciso y menos
gestionista en ese sentido para desarrollar ese nuevo estilo de
comunicación institucional. Nadie puede hacer lo que Chávez hacía:
lanzarse tres, cuatro horas de cadena y mantener la atención, la tensión
y el vínculo como el Comandante. Y esa verdad creo que hay que asumirla
con más decisión.
Kaosenlared: ¿Cuáles son las expectativas de cambio de esos ejes de conflicto de aqui a unos meses?
D.S.: En primer lugar
depende mucho de cómo se revierta la guerra económica, eso condicionará
todo el mapa. De acuerdo a la evolución de eso, los demás ejes de
conflicto se moverán en consecuencia. En términos artificiales, los
sectores históricos de poder reactivan el mismo escenario que en el 2002
con todo lo que implica y con el peligro de las lecciones aprendidas.
No es difícil escuchar en reuniones y saraos de los grandes cacaos el
decir que este gobierno cae en diciembre, pero es la misma clase
baladrona que no pudo con la voluntad popular del 2002.
Pero hay dos diferencias importantes:
el problema no pasa por el hambre (una situación mucho más tensa) sino
por el poder adquisitivo, ahí donde las convicciones pueden hacersa más
difusas. Por otro lado, el ejercicio de la memoria que las nuevas
generaciones no tienen respecto a la dureza de la vida en la cuarta
república o a principios de la Revolución Bolivariana es muy lejana. Hay
problemas que muchísimos jóvenes sencillamente desconoce, y el
ejercicio de la desmemoria despolitiza. Así que la lucha contra el
olvido y el silencio también es algo que está en primera línea, y es una
lucha sobre todo cultural. Y en lo cultural afloran todas nuestras
limitaciones, mediocridades y torpezas políticas.
Muchos compañeros y compañeras de la
izquierda, al no ver que de un solo carajazo no se transforma totalmente
el país inmediatamente es una señal de que el nuevo gobierno "pactó"
porque Maduro se reunió con Mendoza o Cisneros, cuando se trataba de una
negociación necesaria que en gran medida, al menos en lo inmediato, le
restó mucha fuerza a la compulsión golpista.
Yo no creo que Maduro haya "pactado"
nada, y puedo entender el llamado a diálogo que hizo. Era necesario por
más que los superaltermundialistas o el internacionalismo proletario no
lo entienda. Omiten los compañeros de la izquierda todo lo que se ha
logrado hacer en casi apenas dos meses, entre otras cosas el desmontar
un golpe de Estado. Los que quieren todo pa ya parecieran decirlo muy
apoltronadamente, en su cuenta twitter. Piensan con cabeza colonial por
más antiglobales y por más Alfonso Quijano que han leído. Al no ver que
esto se desarrolla de acuerdo al formulario, el proceso es el que está
equivocado pero no ellos. Sin permitir que operen otras lógicas del
poder y de visión de mundo (que las da este imparable día a día) son
incapaces de replantearse ellos mismos de cara al nuevo relato
venezolano. Y esto no significa renunciar a las convicciones básicas y
esenciales de quienes queremos cambiar esto y que todo avance: la
justicia en toda su extensión, la creación de un nuevo modelo de
sociedad que toca las bases civilizatorias mismas, el derecho diario al
pan, el derecho a la libertad en todos los sentidos, en proponer un
modelo viable, anticapitalista, revolucionario. Pero también
fundamentalmente criollo, raizal, mestizo y esto lo subrayo con todo,
bolivariano.
El pensamiento izquierdológico
desestima a Bolívar pero no a esas versiones manualescas y hueras del
marxismo, de los otros elementos modélicos de la Revolución Cubana, de
la pulsión de una narrativa permanentemente hiperheróica innecesaria, a
los inamovibles que un día aprendieron y ahí se quedaron. Ahí tienes al
dirigente opositor sirio George Sabra, trosco para más señas, clamando
por una intervención directa de la OTAN. Lo mismo en el desprecio a la
gente que según ellos no está "formada" políticamente, porque no son
vanguardia, como si en realidad en estos 14 años de revolución ha habido
alguna vanguardia fuera de Chávez mismo. Omiten el elemento central de
los alzamientos populares del Caracazo para acá, que tanto reivindican.
Sí, necesitamos autocrítica en el
sentido de que todos asumimos una porción de responsabilidad respecto al
gobierno (¿cuándo podía haber ocurrido eso?), pero creo que más urgente
es que nos autocritiquemos nosotros mismos en primer lugar
individualmente y ver cómo andan las cosas allá en chaveta.
Todo este rodeo lo hago precisamente
para demostrar puntos neurálgicos de ese futuro inmediato, que tanto
depende de nosotros mismos más allá de la figura central y regidora de
Chávez en vida. Andamos sin Taita ahora, pero sabemos, a nuestra manera,
cuánto pesa la unidad en todo esto. Precisamente para que la
radicalización que Maduro mismo ha mencionado sea algo efectivo, y capaz
de neutralizar a los enemigos más poderosos del mundo. No me creo
habilitado para dar un pronóstico más preciso en este momento. Más allá
de que se hagan patentes las grandes definiciones.