Un nuevo ¿escándalo? se ha suscitado esta noche en el continente latinoamericano, y trata de la detención en el Canal de Panamá de un buque norcoreano proveniente de Cuba al cual se le ha acusado de transportar ilegalmente armamento. Primero dijeron que llevaba droga, luego que el capitán del buque intentó suicidarse; luego lo negaron. La única verdad hasta el momento es que la campaña mediática desde Estados Unidos contra Cuba se ha echado a andar de nuevo –y de paso contra Corea del Norte-, tratando de hacer pasar el caso como sospechoso de intercambio ilegal entre los países socialistas. Por eso aquí unas precisiones.
1.- El buque norcoreano Chong Chong Gang detenido en el puerto panameño de Colón no transportaba droga, como las autoridades de ese país –aliado a Washington-, alegaron y por lo cual le detuvieron. Transportaba 10 mil toneladas de azúcar, algo que los medios de comunicación capitalistas no se han molestado en aclarar.
2.- Luego dijeron que portaba “equipo sofisticado de misiles”.Una mentira que no se aclaró y por la cual no se disculparon después. Lo que sí pasó es que el Gobierno de Cuba reconoció que el buque sí llevaba armamento. Específicamente 240 toneladas métricas de armamento defensivo obsoleto -dos complejos coheteriles antiaéreos Volga y Pechora, nueve cohetes en partes y piezas, dos aviones Mig-21 Bis y 15 motores de este tipo de avión, todo el cual es de fabricación anterior a mediados del siglo XX. Algo importante, este armamento es obsoleto, son armas que no sirven, pues. Pero el massmedia tampoco quiere aclararlo en sus notas.
3.- Tanto la transportación de azúcar como del armamento forman parte de los acuerdos bilaterales enter Cuba y la República Popular Democrática de Corea. Específicamente en el caso de las armas, estas eran llevadas a Pyonyang para ser reparadas por expertos de ese país, algo también de común acuerdo entre ambos países y algo que tampoco se puntualiza desde Washington.
4.- Los cables de las agencias internacionales afirmaron en un primero momento que el capitán del navío coreano se había suicidado. Luego dijeron que había sido un intento de suicidio. Luego informaron que lo que pasaba es que no había traductores del coreano al español, por lo tanto las autoridades panameñas no sabían ni un pepino de las declaraciones vertidas por la tripulación. Sin embargo, la información se dio por cierta, sin aclaraciones por los errores ¿a propósito? Editoriales, y sin que corresponsal alguno se moleste por saber cual es la versión precisa de la RPD de Corea.
5.- ¿Qué hacía el mismísimo presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, inspeccionando el buque? ¿Cumpliendo misiones especiales de Estados Unidos? ¿Y por qué pidió explicaciones a ‘organismos internacionales’? ¿No bastaba con llamar a La Habana y a Pyongyang para enterarse de lo que el Chong Chong Gang transportaba?
6.- ¿Quién le dijo a Panamá que había droga en el buque? ¿Algún pésimo, pero no tan inocente, trabajo de espionaje?
7.- Martinelli declaró a las agencias internacionales, y estas a su vez retomaron las palabras presidenciales, que “descubrieron” el armamento “escondido” bajo la carga de azúcar. Pero ¿de qué se sorprende el lustrado presidente panameño? ¿No siendo un país aduanero debería saber que las cargas pesadas se transportan en el fondo?
8.- Panamá es fiel servidor de Estados Unidos. De hecho, EEUU el único país que no hace fila en el canal de Panamá ni merece inspección alguna, ni aún en tiempos de guerra, cuando se supone que carga armamento, pero este sí, útil, mortal y puede que hasta químico-nuclear. Ejemplo uno: la muy cercana crisis en el Pacífico donde Barack Obama amenazó con invadir a la RPD de Corea ¿Y ahora esto? Muchas coincidencias. O quizá no muchas, si se toma en cuenta que no habiendose aclarado aún los hechos, Washington se apuró a “congratularse por el operativo”
9.- Panamá es aliada histórica en la lucha anticomunista de la Casa Blanca. Sólo que a veces les da por hacer el ridículo.
10.- El buque Chong Chong Gang no transportaba ni droga ni armamento letal. Sólo azúcar y fierros. La Habana ya lo aclaró y Pyongyang seguro no creerá a Martinelli y a Obama, ni mucho menos a las agencias internacionales, merecedoras de alguna explicación. Por lo cual, el caso dará para unos días de amarillismo en los teasers dictados desde la Casa Blanca para los medios de comunicación capitalistas del mudno, y hasta ahí. Nada nuevo en los más de 40 años de guerra mediática contra Cuba.