Fuente: El Plural
Uno de los maquinistas del tren que descarriló este miércoles en Santiago de Compostela reconoció a la sala de control, mientras se encontraba atrapado en la cabina que había tomado la curva cerrada donde ocurrió el accidente a 190 kilómetros por horas, a pesar de que en ese tramo las señales ferroviarias no permiten sobrepasar los 80 kilómetros por hora. Se desconoce aún las causas del exceso de velocidad, pero el trayecto donde ocurrió la tragedia no cuenta con el sistema que impide rebasar la velocidad establecida, según adelanta El País.
“Espero que no haya muertos…”
El maquinista habló a través de la radio con la que se comunica con la estación cuando todavía no sabía si había muertos y expresó que le dolía la espalda y las costillas y no podía salir de la cabina. “. “¡Somos humanos…Somos humanos… Espero que no haya muertos porque caerán sobre mi conciencia!”, afirmó el conductor, según han confirmado fuentes de la investigación al citado diario
En un momento habló de 200 kilómetros por hora
Aunque en algún momento de su conversación con la sala de control, el maquinista habló de una velocidad de 200 kilómetros por hora, mantuvo a continuación que el tren había tomado la curva a 190 kilómetros por hora.
“¡Descarrilé, descarrilé, ¿qué voy a hacer?!”
La Voz de Galicia recoge las palabras del maquinista Francisco José Garzón Amo, que salió con vida y ayudó a rescatar a las víctimas y que en una conversación telefónica, según testigos, afirmó desesperado: “¡Descarrilé, ¿qué le voy a hacer, qué voy a hacer?!”. No es posible precisar aún si se trata del mismo conductor que reconoció a la sala de control el exceso de velocidad.
El tramo no cuenta con el sistema que impide superar el exceso de velocidad
La investigación tendrá que determinar si se trató de un error humano o un fallo técnico. Es significativo que la línea donde se produjo el accidente no está dentro del denominado European Rail Traffic Management System (ERTMS), un sistema de gestión del tráfico ferroviario que impide que un tren supere la velocidad máxima establecida o no obedezca las señales que obligan a parar, muy similar a los sistemas de alarma automáticos que funcionan en muchos países europeos y en la línea de AVE Madrid-Barcelona.
Sí está implantado el ASFA
En el tramo afectado sí funciona el denominado Anuncio de Señales y Frenado Automático (ASFA), que es un sistema automático implantado en la red ferroviaria española y que consta de un mecanismo que detiene el tren si el maquinista no atiende a los límites de velocidad fijados. Pero es un sistema de control puntual, que solo recibe información de la vía en determinados puntos (las balizas) y solo si el tren pasa por esos puntos controla que este circule según lo establecido.
