Traductor

miércoles, 10 de julio de 2013

Lenin Sobre El Anarquismo



La concepción del mundo de los anarquistas es la concepción burguesa vuelta del revés. Sus teorías individualistas y su idea individualista están en oposición directa con el socialismo. Sus opiniones no expresan el futuro del régimen burgués, que marcha con fuerza incontenible hacia la socialización del trabajo, sino el presente e incluso el pasado de ese régimen, el dominio de la ciega casualidad sobre el pequeño productor aislado y solitario. Su táctica, que se reduce a negar la lucha política, desune a los proletarios y los transforma de hecho en participantes pasivos de una u otra política burguesa, pues para los obreros es imposible e irrealizable apartarse de verdad de la política. (Socialismo y anarquismo, 7 de diciembre de 1905 )

No discrepamos en modo alguno de los anarquistas en cuanto a la abolición del Estado como meta. Lo que afirmamos es que, para alcanzar esta meta es necesario el empleo temporal de los instrumentos, de los medios, de los métodos del Poder estatal contra los explotadores, igual que para destruir las clases es necesaria la dictadura temporal de la clase oprimida [...]

La diferencia entre los marxistas y los anarquistas consiste en lo siguiente:

— En que los primeros, proponiéndose como fin la destrucción completa del Estado, reconocen que este fin sólo puede alcanzarse después de que la revolución socialista haya destruido las clases, como resultado de la instauración del socialismo, que conduce a la extinción del Estado, mientras que los segundos quieren destruir completamente el Estado de la noche a la mañana, sin comprender las condiciones bajo las que puede lograrse esta destrucción.

— En que los primeros reconocen la necesidad de que el proletariado, después de conquistar el poder político, destruya totalmente la vieja máquina del Estado, sustituyéndola por otra nueva, formada por la organización de los obreros armados, según el tipo de la Comuna [de París], mientras que los segundos, abogando por la destrucción de la máquina del Estado, tienen una idea absolutamente confusa respecto al punto de con qué ha de sustituir esa máquina el proletariado y cómo éste ha de emplear el poder revolucionario. Los anarquistas rechazan incluso el empleo del poder estatal por el proletariado revolucionario, su dictadura revolucionaria.

— En que los primeros propugnan que el proletariado se prepare para la revolución utilizando el Estado moderno, mientras que los anarquistas lo rechazan. (El Estado y la revolución, 17 de diciembre de 1918)

Mi lista de blogs