“¡Abajo esas infames mentiras! No puede
existir, no existe, ni existirá jamás “igualdad” entre opresores y
oprimidos, entre explotadores y explotados. No puede existir, no existe,
ni existirá jamás verdadera “libertad” mientras las mujeres se hallen
trabadas por los privilegios legales de los hombres, mientras los
obreros no se liberen del yugo del capital, mientras los campesinos
trabajadores no se liberen del yugo del capitalista, del terrateniente y
del comerciante. Que los hipócritas y los mentirosos, los necios y los
ciegos, los burgueses y sus secuaces, traten de engañar al pueblo con
discursos sobre la libertad en general, la igualdad en general y la
democracia en general. Nosotros decimos a los obreros y a los
campesinos: ¡arranquen la careta a esos mentirosos, abran los ojos de
los ciegos!
Pregúntenles:
- ¿Existe igualdad entre un sexo y otro?
- ¿Entre una nación y otra nación?
- ¿Entre una clase y otra clase?
- ¿Libertad de qué yugo o del yugo de qué clase? ¿Libertad para qué clase?
Aquel que hable de política, de
democracia y libertad, de igualdad, de socialismo, sin plantear estas
cuestiones, sin darles prioridad, que no luche contra su ocultamiento,
encubrimiento y disimulo, es el peor enemigo de los trabajadores, un
lobo con piel de oveja, feroz adversario de los obreros y los
campesinos, un lacayo de los terratenientes, de los zares y los
capitalistas.”