- Está acusado de castigos corporales a más de 40 alumnos
- Fue detenido el martes tras la denuncia de un menor
- Según la policía, tras la primera denuncia han llegado otras 13
Un portavoz de la congregación religiosa ha explicado que en el auto de ingreso en prisión el juez no entra a calificar los delitos que se imputan al sacerdote y razona que toma esta medida preventiva en tanto toma declaración a treinta alumnos más porque "cree que dejarlo en libertad con cargos produciría alarma social".
El sacerdote, de 40 años, ha salido sobre las doce de la noche del viernes del juzgado de guardia levantando las manos y lanzando besos a cerca de un centenar de personas, alumnos del colegio y padres, que se han concentrado todo el día a las puertas de la sede judicial para expresarle su apoyo.
A su salida, todos ellos han expuesto pancartas hechas con cartulinas en las que apostaban por la inocencia del director del centro religioso concertado y gritando "Javier inocente".
El sacerdote ha agradecido su apoyo con gestos, antes de introducirse en el coche policial que lo ha trasladado a la comisaría provincial, en cuyos calabozos ha dormido las tres últimas noches, desde su detención.
Allí un furgón de la Guardia Civil le ha recogido para trasladarlo a la prisión Puerto II.
Detenido después de la denuncia de un menor
El sacerdote fue detenido el pasado martes, después de la denuncia de un menor cuya madre vio los mensajes que el director del colegio le había enviado.
Según la congregación religiosa, esta es la única denuncia que existe contra él, aunque la Policía ha informado que tras ella llegaron otras trece y que los investigadores han identificado a otras treinta presuntas víctimas más de castigos corporales, tocamientos no consentidos y amenazas del director del colegio.
La congregación religiosa ha esperado a la decisión del juez para emitir un comunicado en la que, además de expresar su respeto por la presunción de inocencia, dice que "nos sentimos profundamente consternados y apesadumbrados por el mero hecho de que se relacione a un sacerdote de la Congregación con actuaciones en contra de menores y nos ponemos a disposición de la justicia, en orden a facilitar el esclarecimiento de los hechos".
Para la Congregación Salesiana, añade el comunicado, "los jóvenes son el sentido de su existencia y su razón de ser, por lo que en ningún caso y bajo ningún concepto justificará jamás ninguna conducta, ni actuación del tipo que sea, que atente contra los mismos".
Para "ese principio básico" no cabe "excepción, ni siquiera la defensa o la protección de un hermano, por muy cercano y querido que pueda ser, porque el bien de los jóvenes y la búsqueda de la verdad están por encima de todo".
Los Salesianos asumen la defensa
Añade que "dicho esto, y con los datos de que disponemos en el momento actual" la Congregación Salesiana "ha decidido afrontar la defensa jurídica del hermano, al considerar que existen objetivamente motivos para la misma, que podrían demostrar su inocencia".
Basa esta opinión en que no ha existido "ninguna denuncia previa, ni reclamación o queja interna o externa, de tipo alguno, contra el mismo, hasta la reciente denuncia ante la policía, que ha provocado este proceso".
"No creemos en este momento oportuno profundizar más ante la opinión pública en el análisis de los cargos que inicialmente se le imputan y los argumentos jurídicos de defensa", añade.
La congregación añade que "sin detrimento de ello" y "de acuerdo con las indicaciones de la Iglesia Católica" y sus propias normas "va a iniciar de forma inmediata un proceso canónico, que supone la apertura de un expediente informativo a fin de valorar cada una de las acusaciones realizadas contra el salesiano y determinar las consecuencias canónicas derivadas de su condición de consagrado y sacerdote".
Además, la congregación "en este preciso momento, como medida cautelar, la separación de su cargo de director de la comunidad y del Colegio de Cádiz del salesiano denunciado".
Basa esta opinión en que no ha existido "ninguna denuncia previa, ni reclamación o queja interna o externa, de tipo alguno, contra el mismo, hasta la reciente denuncia ante la policía, que ha provocado este proceso".
"No creemos en este momento oportuno profundizar más ante la opinión pública en el análisis de los cargos que inicialmente se le imputan y los argumentos jurídicos de defensa", añade.
La congregación añade que "sin detrimento de ello" y "de acuerdo con las indicaciones de la Iglesia Católica" y sus propias normas "va a iniciar de forma inmediata un proceso canónico, que supone la apertura de un expediente informativo a fin de valorar cada una de las acusaciones realizadas contra el salesiano y determinar las consecuencias canónicas derivadas de su condición de consagrado y sacerdote".
Además, la congregación "en este preciso momento, como medida cautelar, la separación de su cargo de director de la comunidad y del Colegio de Cádiz del salesiano denunciado".